Don't look up

Don't look up es una comedia de Netflix dirigida por Adam McKay que nos cuenta una historia ficticia pero muy posible sobre el fin del mundo. Dos científicos descubren que un cometa se dirige directamente a la Tierra y nuestra ventana para evitar la extinción es increíblemente pequeña. Cuando esta noticia urgente llega al gobierno, la respuesta es extremadamente creíble, no hacer nada.

Esto es una conclusión razonable reflejo de los acontecimientos actuales en Estados Unidos, temas como la violencia recurrente con armas de fuego, la crisis de derechos civiles, incluso la respuesta a la pandémia  son pruebas de una realidad política definida por la inacción, donde las agujas solo se mueven cuando están en juego las carreras de los legisladores o las ganancias del sector privado.

Escrita por McKay basándose en una historia del cineasta y político David Sirota, es un viaje de 138 minutos a través de un discurso que se centra en la atención político / cultural / económica y los principales eventos de la película se filtran a través de intereses en competencia. 

La estudiante de astronomía Kate Dibiasky interpretada por Jennifer Lawrence, descubre un cometa, lo que comienza como un hallazgo emocionante para un astrónomo se convierte rápidamente en horror cuando ella y su profesor, el Dr. Randall Mindy interpretado por Leonardo DiCaprio, calculan la trayectoria del cometa y descubren que está en curso de colisión con la Tierra.

La presidenta de los Estados Unidos, Meryl Streep, hojea brevemente las noticias de Kate y el Dr. Mindy porque está tan consumida por un escándalo político, se han filtrado fotos desnuda de la persona nominada a la Suprema Corte, ni siquiera puede reunirse con ellos durante un día entero. 

Decepcionados del gobierno Kate y el Dr. Mindy se dirigen a los medios de comunicación, pero la recepción no es mejor y las publicaciones tradicionales solo están interesadas en la interacción de las redes sociales, retirándose bajo la amenaza de una demanda, otro programa de televisión diurno está solo interesado apariencia del Dr. Mindy. 

Para el público en general, el meteorito se convierte en una prueba de fuego.

Las actuaciones de Tyler Perry y Cate Blanchett mantienen la escena a flote, siendo presentadores de televisión encantadoramente banales.

Y después tenemos a Timothée Chalamet quien es un soplo de aire fresco al final como un skater, que al igual que Lawrence y DiCaprio son actores muy talentosos y la esperanza de que McKay pueda cambiar las cosas al final nunca desaparece.

Don't Look Up se convierte en un trabajo muy bien actuado, aunque no es muy muy interesante ver este ciclo en un contexto hipotético porque este circo mediático en particular porque ya estamos acostumbrados a este circo mediático en la vida real. McKay desperdicia su talentoso reparto haciéndolos trabajar en una película que tiene poco que decir sobre el porque están atrapados en estos ciclos y no parece ofrecer nada más allá que decir en ese aspecto. 

Si los chistes sobre la televisión diurna, los memes de Internet o la ineptitud política fueran más divertidos, esto sería perdonable, dar un ejemplo del humor específico de la película se sentiría spoiler, privándote de una de las tres veces en que experimentarás una risa genuina.

Las comedias satíricas anteriores de McKay The Big Short y Vice, se centraron claramente en los poderosos, siendo cínicas sobre la economía y la política estadounidenses, que operaban desde la presunción de que el público de cada una de ellas se había mantenido en la oscuridad sobre sus temas, ésto fue fácil de abordar cuando The Big Short rompió digeriblemente la crisis de las hipotecas de alto riesgo de 2007, y cuando Vice profundizó en la carrera del ex Vicepresidente Dick Cheney.

Don´t Look Up no tiene un objetivo tan claro, su peor parte es cuando se detiene para mostrar a la gente en sus teléfonos, hay quienes twittean, participando en tontos desafíos virales, sintonizan propaganda y formulan teorías de conspiración, pero nunca se o explica el porque estas personas hacen esas cosas, o qué causa estos fenómenos mediáticos, a pesar de que este es un aspecto central de su historia no es digno de consideración.

Pero pasemos a las escenas post créditos. La primera ocurre a la mitad de los créditos, 22,740 años después de los eventos de la película, la nave de escape con todos los millonarios ha encontrado un planeta habitable donde aterrizar, Meryl Streep, Mark Rylance entre otros se despiertan desnudos en lo que parece un mundo paradisíaco, donde los niveles de oxígeno son incluso más altos que en la tierra.

Meryl Streep ve una extraña criatura, parecida a las creadas por Dr. Seuss, acercándose a ella con asombro, rápidamente se come la cara de la ex-presidenta de los Estados Unidos, matándola. Mark Rylance bautiza al animal como Bronteroc cumpliendo así con la predicción algorítmica sobre cómo moriría Meryl Streep.

La segunda escena viene al final de los créditos, donde Jason Orlean, interpretado por Jonah Hill, el hijo de la Presidente y jefe de personal quedó olvidado cuando ella escapó, sale de entre los escombros después de que el asteroide golpeó la Tierra. Aparentemente, sobrevivió y lo primero que hace, después de llamar a su madre, es publicar un video en las redes sociales. 

Y con esa nota oscura y absurda, la película finalmente termina, un final absurdo pero apropiado para una película que es demasiado seria como para tratar de ser una sátira, y demasiado real para ser ficción.