
¿Estás listo para la comedia negra más perturbadora del año? "Bugonia" no es solo una película de ciencia ficción y conspiraciones; es un espejo distorsionado de nuestra era de fake news, corporaciones voraces y paranoia colectiva. Dirigida por el visionario Yorgos Lanthimos y protagonizada por una Emma Stone irreconocible, esta adaptación del clásico surcoreano Save the Green Planet! (2003) explota en los cines con un 91% en Rotten Tomatoes y un 7.2/10 en IMDb. Si buscas reseñas detalladas de películas 2025, análisis de Emma Stone en roles extremos o las mejores cintas de comedia oscura, esta crítica completa de "Bugonia" te revelará por qué es la obra maestra que podría dominar los Óscar. ¡Descubre el elenco estelar, la trama alucinante y el final que divide opiniones!
En un panorama cinematográfico saturado de secuelas y reboots predecibles, Bugonia irrumpe como un enjambre de abejas enfurecidas: impredecible, punzante y letal. Estrenada mundialmente en el Festival de Venecia el 28 de agosto de 2025, donde cosechó una ovación de más de seis minutos, la cinta de Focus Features llega a cines estadounidenses el 24 de octubre y a Latinoamérica en noviembre. Con un presupuesto estimado en 40 millones de dólares –el más ambicioso de Lanthimos hasta la fecha–, filmada en celuloide 35mm y VistaVision por el magistral Robbie Ryan, Bugonia fusiona humor absurdo, thriller psicológico y crítica ecológica en un cóctel que critica el colapso de la verdad en la era digital. Si te apasionan las reseñas de películas de Yorgos Lanthimos o las colaboraciones con Emma Stone, esta es tu guía esencial para entender por qué Bugonia redefine el cine de conspiraciones en 2025.
Elenco estelar: Stone, Plemons y un enjambre de talentos que pican hondo
El verdadero veneno de Bugonia reside en su reparto, un ensamble que transforma cada diálogo en un duelo verbal cargado de tensión y risas incómodas. En el epicentro, Emma Stone como Michelle, la CEO implacable de una farmacéutica gigante, entrega una performance que eclipsa incluso su Óscar por Pobres criaturas (2023). Con la cabeza rapada y una mirada que evoca a una Juana de Arco moderna, Stone encarna a una villana corporativa fría como el acero: ambiciosa, manipuladora y con un humor seco que corta como bisturí. Es su cuarta colaboración con Lanthimos –tras La favorita, Pobres criaturas y Kinds of Kindness–, y aquí explora capas de vulnerabilidad que hacen de Michelle un monstruo relacionable, ganándose elogios como "una bestia camaleónica que devora la pantalla".
Frente a ella, Jesse Plemons como Teddy, el apicultor paranoico obsesionado con teorías conspirativas, es una revelación. Tras su premio en Cannes por Kinds of Kindness, Plemons se reinventa como un antihéroe torpe y fanático: con ojos vidriosos y un monólogo interminable sobre abejas extintas, inyecta empatía a un secuestrador que podría ser tu vecino red-pilleado. Su química con Stone es explosiva, un ping-pong de ideologías que recuerda a los duelos en The Menu (donde ambos coincidieron con guionista Will Tracy). Los críticos lo llaman "el corazón roto de la película", un rol que lo posiciona como favorito al Óscar al Mejor Actor.
El supporting cast no desentona: Aidan Delbis como Donny, el primo impresionable de Teddy, aporta frescura juvenil y comicidad física en su debut mayor; Stavros Halkias como Casey, el sheriff torpe con un pasado turbio, añade capas de absurdo rural; y Alicia Silverstone en un cameo sorpresa como mentora excéntrica, recordando sus días en Clueless. Este grupo diverso –con toques de comedia negra que satirizan la brecha de clases– construye un microcosmos americano fracturado, donde ricos y pobres se devoran mutuamente como parásitos.
Trama y sinopsis: Un secuestro conspiranoico que desarma el mundo
Bugonia –título que alude al mito griego de las abejas nacidas de cadáveres de vacas– arranca con una premisa delirante: Teddy y Donny, dos primos marginados en un pueblo de Nueva Inglaterra, secuestran a Michelle tras convencerse de que es una alienígena enviada para destruir la Tierra. Convencidos por foros oscuros y noticias falsas, la encierran en su sótano improvisado como laboratorio anti-extraterrestre: cables, luces estroboscópicas y un "suero de la verdad" hecho en casa. Lo que comienza como una comedia de enredos –con torturas absurdas y debates sobre vacunas y cambio climático– evoluciona en un thriller de suspense donde las lealtades se invierten.
El guion de Will Tracy (The Menu, Succession) expande el original surcoreano de Jang Joon-hwan, actualizándolo a la pospandemia: Michelle no es solo una rehén; es un símbolo de la élite que envenena el planeta con fármacos y contaminación. Mientras Teddy interroga a su "alien" con diagramas de colmenas colapsadas, flashbacks revelan el trauma de Donny –un abuso infantil que lo dejó vulnerable a las mentiras online– y la frialdad calculada de Michelle, quien graba videos de "diversidad corporativa" mientras planea su escape. La llegada de Casey, el sheriff local, complica el caos: ¿aliado o traidor? El clímax en una playa griega (filmado en Milos como alternativa a la Acrópolis rechazada) fusiona gore explosivo con revelaciones filosóficas, culminando en un final ambiguo que cuestiona: ¿quién es el verdadero invasor?
No es una trama lineal; es un laberinto de perspectivas donde la "verdad" es tan fluida como el veneno de una abeja. Con saltos temporales y giros que satirizan QAnon y el colapso ecológico, Bugonia dura 117 minutos que se sienten como un zumbido constante: hipnótico, irritante y adictivo.
Análisis: Temas punzantes bajo el absurdo lanthimosiano
Yorgos Lanthimos, el griego que disecciona la humanidad con bisturí surrealista en obras como Langosta o El sacrificio de un ciervo sagrado, firma en Bugonia su crítica más directa al "mundo real". Aquí abandona los mundos fantásticos por un Estados Unidos contemporáneo: la brecha de clases como una invasión alienígena, donde CEOs como Michelle chupan la vida de "abejas obreras" como Teddy, simbolizando la extinción masiva de polinizadores (un tercio de nuestra comida depende de ellas). Lanthimos no ofrece redención; solo un espejo cruel: ¿somos víctimas de conspiraciones o arquitectos de nuestra ruina?
Visualmente, es un festín: Robbie Ryan emplea VistaVision para colores saturados –verdes tóxicos de colmenas, azules estériles de oficinas– que contrastan el caos orgánico con la frialdad corporativa. La banda sonora de Jerskin Fendrix, creada solo con "cuatro palabras clave" del director, mezcla drones electrónicos con folk apocalíptico, amplificando la paranoia. Influencias de los Coen (Fargo) y Haneke (Caché) se entretejen en un tapiz que critica el "plandémico" de mentiras: vacunas, terraplanismo y el sueño americano fallido. Sí, el segundo acto flaquea en ritmo, y algunos ven su mensaje "pesado", pero el final –un tour de force de violencia y empatía– eleva todo a lo sublime.
Comparada con otras películas de ciencia ficción 2025 como Eddington de Ari Aster, Bugonia destaca por su accesibilidad: no es solo weird; es relatable en su misantropía ilustrada.
Críticas y recepción: ¿El regreso triunfal de Lanthimos?
La prensa internacional ha zumbado de elogios: Variety la tilda de "un thriller galvanizante de acción e ideas"; The Guardian elogia su "macabra comedia de teorías conspirativas"; y en España, Fotogramas la califica de "tensa e inquieta sobre las formas finas de la tortura", más lograda que Kinds of Kindness.
Roger Ebert la ve como "un retrato enojado del mundo moribundo", mientras IGN destaca su interrogatorio a "cámaras de eco conspirativas".
Algunos critican su "exceso de sadismo" o final "maddening", pero el consenso es unánime: 91% en Rotten Tomatoes (basado en 53 reseñas) y 72/100 en Metacritic.
En taquilla, tras su estreno limitado, acumula 15 millones globales en su primer fin de semana, con proyecciones de superar los 100 millones gracias al boca a boca. Usuarios en Letterboxd la alaban por su "humor negro enfermo y drama inesperado", aunque advierten: "No para todos los paladares".
Conclusión: Únete al enjambre de "Bugonia" antes de que sea tarde.
Bugonia no es solo la mejor película de Yorgos Lanthimos en años; es un manifiesto urgente que nos obliga a cuestionar nuestras ilusiones colectivas. Con Stone y Plemons en éxtasis actoral, una dirección que pica donde duele y un guion que desarma mitos, esta joya de comedia sci-fi 2025 es imprescindible. En tiempos de verdades líquidas, Lanthimos nos recuerda: la verdadera invasión somos nosotros. ¿La verás? ¿Eres Teddy o Michelle? Comparte en comentarios tu take sobre Emma Stone o las películas de conspiraciones. ¡Corre al cine y salva el planeta... o no!
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