Holy Spider

 

Holy Spider es  un largometraje del escritor y director Ali Abbasi, que se estrenó en Festival de Cine de Cannes, un thriller dramático que noveliza eventos reales, basado en el caso de un trabajador de la construcción iraní de nombre Saeed Hanaei, que fue apodado por la prensa como Spider Killer por haber asesinado a 16 mujeres entre el 2000 y el 2001.

Fue encontrado culpable de los 16 asesinato en la ciudad de Mashad, después de que el afirmara que lo había hecho para cumplir una misión sagrada de limpiar la ciudad de la inmoralidad, para mi eran tan inútiles como cucarachas, dijo la noche anterior a su ejecución. Su motivación moral lo convirtió en un héroe popular, en especial de la los extremistas religiosos, incluso después de que él asesino admitió haber tenido relaciones sexuales con algunas de las víctimas, lo que le quita su superioridad moral. 

La película nos lleva más allá del manera de operar del asesino, no solo trata de desenmarañar el caso y exponer la violencia contra las mujeres en una tierra sumamente conservadora, aunque ocupa algunas tomas bastante familiares, pero trata de ir más allá de lo habitual, también vemos el arresto, con una actuación del mismo asesino bastante cruenta, dirigiéndose a la policía, los tribunales y los medios de comunicación.

Hay cierta similitud con el libro de Hallie Rubenhold, quien escribió un libro sobre Jack, el Destripador donde se centra en las identidades de las víctimas, revelando que eran seres mucho más complejos de lo que habíamos pensado.

Pero aunque tenemos algunas escenas privadas de las mujeres sombrías, y un momento conmovedor donde el padre de una de las víctimas, termina llorando por pensar que la vida de su hija fue desperdiciada,  una formula aplicada para llamar la atención de un mercado internacional pero realmente efectivo. 

Saeed, interpretado por Mehdi Bajestani, un albañil enojado y conflictuado, veterano de la guerra contra Iraq de los 80s, lleno de auto desprecio por no haberse convertido en un héroe o un mártir, ésto es más notorio en una escena donde se encuentra golpeando una pared con un mazo. 

Aunque en la película no se elabora mucho sobre el abuso contra las trabajadoras sexuales más allá de incluir escenas de violencia contra las mujeres, se puede ver en repetidas ocasiones a Saeed recoger prostitutas, llevarlas a casa y estrangularlas. Aunque hay una escena donde una mujer más robusta que las demás confunde la violencia con el juego previo, defendiéndose un poco pensando que estaba segura, lo cual nos puede hablar de que algunas mujeres están acostumbradas a incluso adoptar la violencia dentro de sus juegos privados, debido a una confusión tan bizarra, es la única escena en donde se podrían escuchar risas. Aunque dudo mucho que esa haya sido la intención. 

Ahora, la protagonista es ficticia, una periodista de investigación en Teherán, llamada Rahimi, interpretada por Zar Emir-Ebrahimi, que está aferrada a resolver el caso en Mashad, ella piensa que la policía se  ha tardado mucho tiempo en atrapar al asesino encontrando la situación indiferente, ésto debido a que tanto el poder judicial como el culpable, tienen la misma mentalidad patriarcal. Por otro lado las prostitutas se niegan a hablar por obvias razones.

Rahimi se hace amiga con de un reportero local bien intencionado, interpretado por Arash Ashtiani, quien es un personaje inventado a quien el asesino ha contactado desde un teléfono público con la finalidad de asegurarse que sus actos sean cubiertas por los medios, generando publicidad. Esta pareja habla con el sexista jefe de policía Rostami, interpretado por Sina Parvaneh, quien esta malinterpretando los hechos sobre la situación en la que Rahimi tuvo con su editor en Teherán, creyendo que es una mujer fácil a la que puede acosar con impunidad. 

Eventualmente, la única manera de que Rahimi puede enfrentar al asesino es sirviendo ella misma de carnada, fingiendo que ella es una sexo servidora, en las calles que el Spider Killer frecuenta; planeando regresar con el asesino a su departamento mientras que su nuevo amigo los sigue en secreto.

Como recurso narrativo, es uno bastante consagrado y por lo mismo llega a caer en cliché, y dado el hecho de que Rahimi no tiene conocimiento de defensa propia, artes marciales o pelea de ningún tipo, lo único a lo que puede acudir es a un cuchillo como arma de defensa.

Cabe mencionar que en la vida real, fue una de las víctimas de Haneai la que logró escapar y dio aviso a las autoridades, al intercambiar éste personaje por una periodista encubierto se esconde la valentía que se les debería de atribuir legítimamente a las trabajadoras sexuales que se enfrentan a una sociedad que las subyuga.

Es un poco difícil de creer, pero al fin y al cabo, no hay retrasos ni percances. En el acto final se muestra una autoposesión en el desafío de Saeed en el estrado del acusado, la escena está bien organizada, todo hasta la escena de la gorra negra, en donde también se tomaron licencias artísticas. 

El problema de la película es que el caso es mucho más interesante que la forma en que es presentado, se inicia con el misterioso asesinato de una madre soltera, donde no vemos al asesino, cuando se abre la toma ampliando en las carreteras de la ciudad que empieza a crecer tomando forma de una telaraña, pero a medida que avanza la trama, la narrativa nos divide la historia en dos, la de Saeed y la de Rahimi, para terminar con un drama convencional con mucha tensión semejante a Law & Order

Holy Spider es mucho más descarada en cuanto al manejo del trabajo sexual en un estado teocrático como el de Irán, que sin duda transmite algunas actitudes brutales de la víctima. Sí, se trata de exponer la misoginia y el clasismo de un país tan ortodoxo como lo es Irán, y es de aplaudirse, pero como película la trama se siente más involucrada en el asesino que en sus víctimas, mujeres con vidas y familias que merecen ser recordadas por algo más que pertenecer a una lista en el precinto de policía.